Sonrisas, lágrimas, caricias, abrazos, besos, nostalgia,… Hay momentos y emociones únicos y fantásticos, que sólo se viven una vez en la vida y estoy ahí, para cazarlos, para vivirlos, para disfrutarlos, con la mirada siempre en vilo.
Mis retos son el aprendizaje constante, el respeto y la admiración hacia el trabajo de los demás, las horas y horas de investigación de cómo mejorar en todo, de cómo aprender y crecer, de cómo transmitir, contar y hacer sentir.
Mi gasolina, la ambición del inconformista que llevo dentro y la confianza en lo que hago.
Somos el resultado de la ilusión de lo que hemos soñado ser. Somos la emoción de lo que vivimos.