Comienza la gynkana con la petición de cita en la pagina web; tras 6 intentos fallidos, y múltiples anulaciones porque me era imposible indicar que quería renovar pasaporte no DNI, escojo tres citas de DNI porque no hay otra opción (en cita conjunta me he enterado posteriormente por otro usuario que no deja marcar pasaporte, sólo si la coges individual, eso nadie te lo explica), y una aparte de pasaporte. LLego a la comisaría continuando con la gynkana tras recoger antes del colegio a mis hijas, para volver rápido que una de ellas tiene examen, la logística es complicada pero eso al funcionario le da exactamente igual. Cuando llego me dicen que no me lo van a hacer porque no tengo cita para pasaporte sino para DNI, le intento explicar que la página no me daba opción de coger pasaporte, pero que si quieres arroz; después que si la cita de pasaporte estaba anulada, cuando en la hoja de registro de la persona de la entrada (¨majísima¨ ella, mayor con gafitas, de las que te lo ponen ¨fácil¨) aparecía la cita y además yo la llevaba en el teléfono. Al final, después de una discusión de 20 minutos, y como un favor, porque ellos empeñados en que estaba anulada, en menos de 3 minutos hacen el pasaporte a una de mi hijas, el funcionario de turno me explica que por él haría el resto, pero la jefa de la comisaria, otra ¨majísima¨, la más ¨maja¨, ha dicho que no. En el tiempo de la discusión hubieran hecho 10 pasaportes. No es que el personal de esta comisaria, con su jefa al frente, no tenga empatía, es que ni siquiera conoce, no ya el sentimiento, sino la existencia de esta palabra. Una vergüenza el comportamiento de ciertos funcionarios que por tener autoridad te hacen sentir como si fueras chatarra.